¿Tú me Conoces?
Le damos la bienvenida a los que leen esta mierda de blog, primero que todo esta vaina se creo a partir de la necesidad de expresarnos tal y como son todos, sin espejos, mascaras y montón de maricadas que asumimos porque la realidad así nos lo permite.
Creamos de nuevo en los clásicos de nuestro pasado, y volvamos a ser lo retro que se nos ha ido olvidando por la adquisición de responsabilidades, la edad y demás tonterías que solamente se ha encargado de ahogarnos perpetuamente en un mar de luces incandescentes, encandelillantes, que lo único que nos otorgan es una luz que quema, una luz que ni siquiera nos hace vernos más allá de nuestras narices; de ahí parte en crearnos fantasías, sueños, deseos que en últimas no son nuestros, si no de alguien más. Evoquemos el nombre de la oscuridad para darnos cuenta que el dolor es el único derecho que nos han heredado nuestros padres por obligarnos a nacer, ¿Qué seríamos de nosotros siendo abortos? En la iglesia a la que va nuestra familia pensarán, anhelarán el cielo en el que ellos creen que nosotros como sus "hijos" estamos, a la derecha de dios padre nos imaginan, ¡Somos libres de hacer lo que se nos da la gana porque no nacimos en este mundo! ¡Somos superiores porque no tenemos el más mínimo prejuicio! ¡No hay ley ni orden, somos capaces de matar y vivir porque la muerte y la vida nos complementan! Y si lo deseamos pues crecemos en la nada, vamos a ella para todo.
Decapitamos a dios y ellos creen que tenemos aureola y alas y que estamos protegiéndolos de todo mal y peligro ¡Que ilusos! Puede que Freud los halla sanado y ahora viven una manera distinta: La historia se repite. Hay personas que aun pasan y pasan las hojas del libro gigante de la vida y se desesperan al no leer ni una caraja letra. ¡Ya nos leímos ese libro y mejor ficción he leído en otros!, Estamos sujetos a distintas interpretaciones de sentires que bruscamente pensamos que son un verdadero sentimiento nacido de la verdad, no hay duda en ello, somos la duda.
-Somos esa picada deliciosa en la entrepierna, somos la mano derecha jalando el miembro, somos la lengua que pasa por tu orificio mojado, somos la mano suave por entre tu pantalón, tu falda, tu ropa interior, somos el calor del infierno de la pasión por pedir más y más, somos la ojeras de una semana sin parar, somos las ganas que nunca faltan, somos la grandeza de una llegada plena, somos la lubricación infinita
...Porque en últimas no somos el aborto agradecido de mamá, sino el sujeto que papá siempre va a temer, porque en últimas no pudimos decapitar a dios y jugar con sus restos, pero lo deseamos con tantas ansias por ver solamente que sucede, porque la iglesia debe ser quemada para que sus cenizas sean la verdadera verdad que se recoja sin tantas cadenas pesadas de moralidad insulsa que nos han mostrado en una mentira desagradable, que deseamos una mentira un poco mas acorde a nuestros gustos, que la vida es mera basura y que nosotros simplemente somos recicladores, que la muerte es un camino justo pero no es el único fin al que queremos llegar, que a Freud lo entendemos desde mucho antes de no leerlo nunca, que el libro gigante este, nos lo comimos como a ratones de biblioteca, que sin duda somos el signo de pregunta desde que se inicia hasta que se termina, que la respuesta realmente no nos satisface como una duda exquisita...¿Realmente te conoces?
Mario Alberto Bermúdez Gomez.
Poeta, estudiante, y jugador malo de ajedrez global
Creamos de nuevo en los clásicos de nuestro pasado, y volvamos a ser lo retro que se nos ha ido olvidando por la adquisición de responsabilidades, la edad y demás tonterías que solamente se ha encargado de ahogarnos perpetuamente en un mar de luces incandescentes, encandelillantes, que lo único que nos otorgan es una luz que quema, una luz que ni siquiera nos hace vernos más allá de nuestras narices; de ahí parte en crearnos fantasías, sueños, deseos que en últimas no son nuestros, si no de alguien más. Evoquemos el nombre de la oscuridad para darnos cuenta que el dolor es el único derecho que nos han heredado nuestros padres por obligarnos a nacer, ¿Qué seríamos de nosotros siendo abortos? En la iglesia a la que va nuestra familia pensarán, anhelarán el cielo en el que ellos creen que nosotros como sus "hijos" estamos, a la derecha de dios padre nos imaginan, ¡Somos libres de hacer lo que se nos da la gana porque no nacimos en este mundo! ¡Somos superiores porque no tenemos el más mínimo prejuicio! ¡No hay ley ni orden, somos capaces de matar y vivir porque la muerte y la vida nos complementan! Y si lo deseamos pues crecemos en la nada, vamos a ella para todo.
Decapitamos a dios y ellos creen que tenemos aureola y alas y que estamos protegiéndolos de todo mal y peligro ¡Que ilusos! Puede que Freud los halla sanado y ahora viven una manera distinta: La historia se repite. Hay personas que aun pasan y pasan las hojas del libro gigante de la vida y se desesperan al no leer ni una caraja letra. ¡Ya nos leímos ese libro y mejor ficción he leído en otros!, Estamos sujetos a distintas interpretaciones de sentires que bruscamente pensamos que son un verdadero sentimiento nacido de la verdad, no hay duda en ello, somos la duda.
-Somos esa picada deliciosa en la entrepierna, somos la mano derecha jalando el miembro, somos la lengua que pasa por tu orificio mojado, somos la mano suave por entre tu pantalón, tu falda, tu ropa interior, somos el calor del infierno de la pasión por pedir más y más, somos la ojeras de una semana sin parar, somos las ganas que nunca faltan, somos la grandeza de una llegada plena, somos la lubricación infinita
...Porque en últimas no somos el aborto agradecido de mamá, sino el sujeto que papá siempre va a temer, porque en últimas no pudimos decapitar a dios y jugar con sus restos, pero lo deseamos con tantas ansias por ver solamente que sucede, porque la iglesia debe ser quemada para que sus cenizas sean la verdadera verdad que se recoja sin tantas cadenas pesadas de moralidad insulsa que nos han mostrado en una mentira desagradable, que deseamos una mentira un poco mas acorde a nuestros gustos, que la vida es mera basura y que nosotros simplemente somos recicladores, que la muerte es un camino justo pero no es el único fin al que queremos llegar, que a Freud lo entendemos desde mucho antes de no leerlo nunca, que el libro gigante este, nos lo comimos como a ratones de biblioteca, que sin duda somos el signo de pregunta desde que se inicia hasta que se termina, que la respuesta realmente no nos satisface como una duda exquisita...¿Realmente te conoces?
Mario Alberto Bermúdez Gomez.
Poeta, estudiante, y jugador malo de ajedrez global
Comentarios
Publicar un comentario