3.
Contrariado, estoy sujeto a la
masa llameante de la incertidumbre y el desamparo; de ahí viene lo que me
antecede; querer entrar en el miedo y alimentarme de su carne, desvestir el
terror y asustarme con su alma, despedazar el ingenio, descubrir como virtud la
locura y renacer como poema.
Cosecho lo sembrado en la
hiedra venenosa de lo injusto, y soy hombre al querer verme extender mis alas
para salvarme de los errores del mundo. Pero termino como resultado de una suma
equivocada. Perversa mi mirada y angustiosamente fiel a los sentimientos que emana
el vaho de la vida en la realidad.
Yo que estoy parado frente a
tu cielo recibiendo la tormenta de tus lagrimas que revienta mi dulzura y
resurge la rabia primitiva con razón de ser. Yo que evado los designios del
destino para forjar con dolor la alegría de vivir, como única fuente de
eternidad que cabe en un abrir y cerrar de ojos. Yo que me desenvuelvo como
serpiente por los campos de la poesía y vuelvo envenenado de euforia al
mentirme con palabras la visión, el espejismo de la concreta idea de haber sido
tocado por la gracia poética. Yo que nada valgo sin escribir…lo, imaginario
será la tierra prometida de un dios triste con su humanidad que se va
desboronando con el tiempo.
Y Mediante las conjeturas que
emanan los conceptos me voy perdiendo, me voy sin decir adiós; porque me
encuentro con otro concepto evadiendo a la muerte para ir en los brazos de la
ignorancia saludable de seguir adelante y rescatarme por la simpleza de la
satisfacción.
Ahora, el método que sustituye
mi existencia saluda, se despide y vuelve para encender la gracia de los días
inútiles. Querer irse y no volver, pero al decirlo regresar en la memoria que no
duda en castigar la conciencia de ser. Querer con el corazón y ser traicionado
por la inevitable iluminación del sufrimiento. Querer tocar la tonada exacta
para erizar la piel de la tierra y germinar como la paz de una tormenta que se
avecina.
Contrariado, sepultado vivo;
rasguños hay en las paredes de este mundo, los significados se desangran y la
amarga virtud de los sabios no alcanzan los gritos de lo desafortunado. Me
deshago en las aguas aceitosas de lo consagrado, lo iluminado, lo celeste y
combato los delirios con el sudor de mis angustias, con la utilidad de una flor
solitaria en los desiertos, con la efímera forma del deseo y la insatisfacción
de un cansado atleta en la pista desesperado por darle significados a la meta. Sé
con la certeza del mentiroso aplacado con la verdad que el recuerdo registrará
las penas que iluminaran el universo, un vacío eterno, una espera inquietante,
una velocidad fulminante. Esto será por algo, esto será increíble, esto será
tonto, esto se repetirá. Esto será la reservación que le hicimos, a la muerte
para ser atendidos, esto será la salvación por cultivar los errores y convertirse
en una proyección de algo que ya paso.
MARIO ALBERTO BERMUDEZ GOMEZ
Poeta, Estudiante y Proyección
de algo que ya paso.
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