6: ¿Ensayo? Una mirada a la Película El Séptimo Sello de Ingmar Bergman.




Estoy con la muerte, fui capaz de todo y por una visita, una llegada, cambió el designio de la balanza; el número apostado que no cayó y que tuve que pagar con mi alma perdida. Senté cabeza y reflexioné sobre mis dudas frente a la vida, en especial frente a la huesuda, frente a la parca, frente a mi desenlace; y es ella, quien me acecha toda la existencia, desde cuando me encontraba en el vientre, se escribía un destino fatal como cualquier otro. Ella,  quien se divierte al ver cada paso que damos hasta escuchar su certero canto al oído, su lamento desinteresado, y su última oportunidad que nos da.
Desde que tengo conciencia de sí no aplacaré mi gana por desafiar mi propio destino, aun sabiendo que entre la cordura de un dios lamentable y egoísta, solo queda la avaricia de sus creyentes, la confianza de los traicionados, y los lamentables quejidos de los rabiosos seguidores que con rituales señalan, dirigen y omiten al distinto, haciendo suponer que estamos con un salvado tranquilizante, como un analgésico, como medicina para el corazón que evita sobresaltos que provoquen un ataque fulminante.
Y cuando no puedas ganarle a la muerte, cuando no tengas como última oportunidad de sobrevivir a la barbarie, a tu cruel final, le desafías, le encaras, le das un juego en el cual puedas ganar pero tiempo, que tiene la gana de gastar como quieras para con tu triste e inevitable final.
-“Yo quiero entender, no creer”.
No debemos afirmar lo que no se logra demostrar. Pero saber las preguntas pertinentes, las preguntas ensartadas como flechas que lanza el temible y huérfano de Patroclo, Aquiles; demuestra con penurias de una mente atormentada que se viven suplicios y observamos el temible horror de entender el caos del mundo:
“Que el mundo nos hace crear una imagen salvadora y esa imagen es lo que llamamos Dios”.
Padre nuestro, no sé dónde te encuentras; maldecido descubrí tu nombre; tu reino no será de este mundo, pero es un vil reflejo de tu sucia creación ante toda tu voluntad; tu voluntad es el error abismal al que la humanidad seducida como miel para osos, como moscas a la putrefacción, caen y se arrodillan, así fuera de esta tierra o en el cielo. Tu pan es duro como un ladrillo que no hizo falta para construir una casa de interés social; desafía nuestras ofensas encendiéndolas y apagándolas; todos los días como recibo mensual se la pagaremos; la tentación es lo único que nos mantiene vivos. Quiero entender mas no creer…en ti.
Y la religión llegó, nos hizo pensar como personas contagiadas de pecado, infección de maldad y contaminación del bautizado;  mientras interrumpimos la redención de nuestro inventado dios, salvarse, es un alivio para el impío, el mentiroso, el que recorre un camino hacia la redención:
“Adán y sobre todo Eva tienen el mérito original de habernos liberado del paraíso, nuestro pecado es que anhelamos regresar a él” (ZULETA, 2001).
Entre el pavor de no ser tocados por la muerte, se ven obligados a divertirse buscando culpables: ¿Un murciélago? ¿Un poeta? ¿Un estudiante? ¿Un orden mundial? ¿Un comediante? ¿Un líder social? ¿Un profe?
“La religión es un grave sufrimiento, es como amar a alguien que esta fuera, en las tinieblas y que no se presenta por mucho que se le llame”.
Al final la melancolía me toma del brazo y me hala hasta llevarme lejos, estrellándome con los muros de la verdad, una verdad marcada por el tiempo que son momentos que gritan lo creíble de haber muerto gustosamente y entregarme a la enfermedad terminal de vivir como me dé la gana.

MARIO ALBERTO BERMÚDEZ GOMEZ
Poeta, Estudiante, y jugador amateur de ajedrez con la muerte.



Comentarios

  1. Claramente es aberrante la manera en la que nos dejamos influenciar demaciado por las creencias religiosas aunque muchas de nuestras costumbres, principios y creencias provienen de nuestros padres.
    "Es imposible luchar contra un cáncer que viene afectando todo nuestro factor genético"
    Dios no es egoísta por el simple echo de mantenernos con vida y permitirnos gozar de tantos placeres que ningún otro ser racional puede disfrutar.
    Creo en Dios y amo a Dios, no suelo frecuentar el templo porque el templo somos nosotros y por ende Dios
    escucha nuestras oraciones. Debe estar Triste y decepcionado por brindar amor y que no sea recíproco, de dar oportunidades y que no las aprovechemos, de dar consuelo y no sentir ni un poco de empatía.(esto se le debe brindar al prójimo). A poco damos lo que recibimos??
    Dios nos da lo mejor de él, a poco estamos viendo el paraíso en qué vivimos ???
    -No, nos estamos quejando y agradeciendo muy poco a quien con tanto amor nos creó.
    Todo debe ser recíproco aunque para ello debe haber un cambio social y una convención espiritual la cual requiere de fuerza de voluntad.

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  2. Abrazo para el copy jugador amateur. Algún día nos volveremos a ver en el sendero en el que me incluyo fui a buscar una licenciatura.

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